viernes, 8 de enero de 2016

Creando una máquina virtual

¡Hola! En el día de hoy vamos a proceder a instalar un sistema operativo en una máquina virtual para así ver todas sus ventajas e inconvenientes.

La principal ventaja de las máquinas virtuales es que podemos simular prácticamente todo: sistemas operativos, servidores, almacenamiento, etcétera. Y además de software, también se podrá simular el hardware, como la disquetera, tarjeta de red, el disco duro...

Particularmente, ahora vamos a ver la instalación de un sistema operativo, pero es conveniente saber que se pueden virtualizar más cosas. Podemos instalar tantos sistemas operativos como queramos, por lo que las posibilidades son infinitas.

Un software gratuito bastante útil para poder instalar máquinas virtuales es VirtualBox.


Tener un sistema operativo virtualizado tiene otra ventaja bastante importante, y es que lo que hagamos dentro de la máquina virtual no afecta al sistema operativo principal, por lo que podremos hacer pruebas, ejecutar virus, modificar el sistema operativo y, en definitiva, cualquier cosa que se nos ocurra, pues nuestro sistema operativo principal seguirá intacto.


Eso sí, hay que tener en cuenta que no podemos asignarle a una máquina virtual más recursos de los que tiene nuestro hardware real. Por ejemplo, si tenemos 8GB de RAM, no podemos asignar a la máquina 16GB, pero tampoco debemos asignarle los 8GB porque nuestro sistema operativo principal se quedará sin memoria RAM; con lo cual, tenemos que pensar la memoria que le asignaremos. Con lo cual, esta es una desventaja de las máquinas virtuales: que consumen muchos recursos.


Pasa lo mismo con el disco duro, podemos simular que tenemos tantos discos duros como se nos ocurra, pero sin sobrepasar el espacio total de almacenamiento que tiene nuestro ordenador, pues el espacio que asignemos a la máquina se reservará exclusivamente para esta (luego, si nos arrepentimos, se puede borrar la máquina y recuperaremos el espacio, así que no hay por qué preocuparnos).


Para hacer esto, he utilizado Windows 7 como sistema a instalar en la máquina virtual teniendo Windows 10 como sistema operativo principal. Al abrir la máquina por primera vez, se nos pedirá que carguemos la imagen ISO que contiene el asistente de instalación del sistema operativo a instalar.


Una vez hecho esto, la instalación empezará exactamente igual que si hubiéramos metido un DVD en nuestro ordenador. Una vez esté el sistema operativo instalado, solamente tendremos que configurarlo y ya podremos empezar a utilizar nuestra máquina.


Después de todo, las máquinas virtuales tienen muchísimas ventajas y pueden ser muy útiles para probar determinadas cosas.

Las desventajas de todo esto sería que una máquina virtual consume bastantes recursos, ya que tiene que tener reservada parte de nuestra memoria RAM (en función de la cantidad de memoria que le hayamos asignada) y parte de nuestro disco duro. Además, esta irá más lenta que si usáramos el sistema operativo de manera nativa, ya que el procesador tendrá que atender a ambas máquinas y eso hará que el ordenador se ralentice mientras estemos ejecutando nuestra máquina.

Espero que te haya servido el artículo. Si tienes alguna duda puedes preguntar lo que quieras a través de los comentarios. ¡Buen fin de semana!

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